Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 14, 3-13

3 Entra luego donde el rey y dile estas palabras», y Joab puso las
palabras en su boca.

4 Entró, pues, donde el rey la mujer de Técoa y cayendo sobre su
rostro en tierra se postró y dijo: «¡Sálvame, oh rey!»

5 El rey le dijo: «¿Qué te pasa?» Y ella contestó: «¡Ay de mí! Soy una
mujer viuda. Mi marido ha muerto.

6 Tu sierva tiene dos hijos. Se pelearon en el campo, no había quien
los separase y uno hirió al otro y le mató.

7 Y ahora se alza toda la familia contra tu sierva y dicen: “Entréganos
al asesino de su hermano: le haremos morir por la vida de su hermano, al
que mató, y haremos desaparecer también al heredero.” Así van a extinguir
el ascua que me queda y no dejarán a mi marido nombre ni superviviente en
la tierra.»

8 El rey dijo a la mujer: «Vete a tu casa que yo daré órdenes sobre tu
asunto.»

9 Pero la mujer de Técoa dijo al rey: «Caiga, oh rey mi señor, la culpa
sobre mí y sobre la casa de mi padre y queden inocentes el rey y su trono.»

10 El rey dijo: «Si alguno todavía te dice algo, hazle venir y no
te
molestará más.»

11 Replicó ella: «Que el rey mencione, por favor, a Yahveh, tu Dios,
para que el vengador de sangre no aumente la ruina y no extermine
a mi
hijo.» El dijo: «Vive Yahveh, que no caerá en tierra ni un cabello
de tu
hijo.»

12 La mujer dijo: «Te suplico que tu sierva pueda decir a mi señor el
rey una palabra.» Dijo: «Habla».

13 Respondió la mujer: «¿Por qué has tenido tal pensamiento contra el
pueblo de Dios y se hace el rey culpable diciendo que no vuelva
más su
desterrado?